+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Le trajeron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño no entrará en él”.
Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
Reflexión
Terminamos la séptima semana del Tiempo durante el Año (tempus per annum) leyendo otra perícopa (=pasaje o fragmento autónomo) de la segunda instrucción del Señor a sus discípulos (as), se trata de la escena en que Jesús bendice a los niños. La intención de esta actuación de Jesús es dejar en claro en qué consiste el Reino de Dios y cuál es el tipo de personas que pueden formar parte de él. Algunas personas le traen al Maestro Nazareno unos niños para que les impusiera las manos; los niños para los cuales se pide la bendición pueden ser desde recién nacidos hasta los doce años. De acuerdo con la no valoración de los niños en la época de Jesús los discípulos simplemente impiden que ellos “molesten” al Maestro, pero el Señor se enoja porque sus discípulos (as) todavía no lo comprenden a Él ni a la naturaleza del Reino que Él se esfuerza en predicar. Por eso la frase “el reino de Dios pertenece a los que son como ellos”. ¿Cuáles son las características de los niños que los hacen ser ejemplos para los discípulos? La principal característica es la “receptividad”, ya que ellos no tienen ningún poder físico, ni siquiera tiene un estatus legal en aquella sociedad del siglo primero, ellos sólo saben “recibir”, sólo pueden “recibir”. Eso es lo que tienen que aprender los adultos de los niños, ya que el Reino sólo se puede recibir (como los niños reciben los regalos), porque es puro don de Dios; ningún poder o estatus humano puede construir el Reino, el Reino de Dios hay que recibirlo como un Don. En la época de Jesús los niños eran vistos como “ejemplo de comportamiento irracional” y como quienes debían ser disciplinados; Jesús en cambio los trata “seriamente como personas” y los bendice.
¿Qué lugar ocupan los niños en vida? ¿Espero el Reino como un Don de Dios? ¿Qué actitudes equivocadas debe dejar para asemejarme a los niños?