+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Jesús dijo a la gente:
Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí Yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que Yo no pierda nada de lo que Él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en Él, tenga Vida eterna y que Yo lo resucite en el último día.
Palabra del Señor.
Reflexión
El Evangelio según San Juan nos presenta a Jesús en la Fiesta de la Pascua (la fiesta está cercana: Jn 6,4), el Señor está en la sinagoga de Cafarnaúm y da comienzo a su Discurso sobre el Pan de Vida, el cual costa de dos partes, la primera está en los versículos 35 al 50 y la segunda en los versículos 51 al 58; la primera parte habla del Pan de Vida, principalmente, como la Revelación Divina comunicada a los hombres (“bajado del Cielo”) y también como la carne de Jesús y por lo tanto del “pan eucarístico” y la segunda parte habla exclusivamente de la Eucaristía. Empieza Jesús la primera parte del discurso presentándose como la Palabra y la Sabiduría de Dios, que en el Antiguo Testamento se mostraba como alimento o pan (ver Am 8,11-13 y Pr 9,5) y que ahora invita a sus oyentes al banquete mesiánico. Cristo Jesús nos habla de la voluntad del Padre Dios que Él viene a cumplir. ¿En qué consiste la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es la salvación para todos (1Tm 2,3-6), Él quiere que nadie se pierda, que todas las personas lleguen a la meta que Él mismo nos destinó: la felicidad sin fin, la vida eterna. Para llevar a cabo su santa voluntad envió a la tierra a su Hijo Jesús con la misión de llevar a la salvación a todas y todos. Por esta razón Cristo se presenta diciendo que Él no rechaza a nadie, a todos invita, a todos acoge, a todos escucha, a todos llama, a todos comprende, a todos perdona, en fin, a todos ama. Toda persona que escuche y acepte a Jesús encontrará en Él la verdadera vida, no tendrá hambre, no tendrá sed, porque Jesús ofrece resurrección y vida eterna.
¿Creo que Jesús es el Pan de Vida Eterna? ¿Soy testigo del Señor en todo momento y en toda circunstancia? ¿Agradezco a Dios por su inmensa bondad para con todos y conmigo?