+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquélla de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
Enseguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy celebramos el séptimo día de la Octava de Pascua y nos acompaña el Evangelio según San Marcos, del cual ya habíamos leído un texto en la Vigilia Pascual (Mc 16,1-8); de esta manera nos han acompañado en esta semana de la octava los cuatro evangelistas, mañana cerraremos con San Juan. Sabemos que Marcos fue el primero de los cuatro evangelios en ser escrito entre los años 68 y 70 DC y que su texto llegaba hasta el capítulo 16 y versículo 8, por lo tanto, la parte que estamos leyendo hoy se conoce como “final canónico” y fue agregada después de que se escribieron Mateo, Lucas y Juan, de hecho, este final canónico de Marcos es como un resumen de las apariciones narradas en los otros evangelios. San Marcos empieza recordándonos que la primera persona a la que se le apareció el Señor fue a María Magdalena, la madrugada del Domingo y los discípulos no le creyeron cuando ella se los anunció (Jn 20,11-18; Lc 24,11); después el evangelista nos recuerda la aparición de Cristo Jesús a los dos discípulos de Emaús, mientras caminaban once kilómetros hasta su pueblo, ellos se devolvieron y también fueron a anunciarles a los demás discípulos la resurrección de Jesús (Lc 24,13-35) y, Marcos destaca que, tampoco les creyeron; entonces el evangelista nos narra la aparición de Jesús a los Once en Jerusalén (Mt 28,16-20; Lc 24,36-49; Jn 20,19-23) donde el Maestro les reprocha su incredulidad y obstinación para no creer en los anuncios de María y de los Discípulos de Emaús (Mc 16,11.13.14) y, ahora que lo han visto, les encarga el Señor que lleven la Buena Noticia a toda la creación (Mt 28,19).
¿Creo en Jesús Resucitado que estuvo muerto, pero que ahora vive para siempre? ¿Testimonio a Jesús Resucitado como María Magdalena y los Discípulos de Emaús? ¿Estoy dispuesto a llevar la Buena Noticia de Jesús Resucitado a todas partes?
