+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace».
Palabra del Señor.
Reflexión
Después de cuatro Domingos de preparación con el Tiempo de Adviento, hoy celebramos la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y con ella empezamos la Octava de Navidad y el Tiempo de Navidad. Este día tan santo tiene asignadas cuatro eucaristías posibles: la misa vespertina de la vigilia, la misa de la noche, la misa de la aurora y la misa del día. Vamos a ver la lectura de la eucaristía de la noche, que es la corresponde a la llamada nochebuena. El evangelio es el relato del Nacimiento de Jesús y el Anuncio a los pastores tomado del Evangelio según San Lucas. Con motivo del censo romano José y María deben viajar a Belén, la tierra del Rey David, ya que José es descendiente de David, a quien el Señor le hizo la promesa mesiánica (ver 2Sm 7,1-17). El trayecto de Nazaret a Belén corresponde a 140 kilómetros, esto es, unos tres días caminando. Las casas de Belén solían construirse junto a las cuevas existentes, por eso al estar llena la casa que hacía de albergue, ocuparon la parte de la cueva donde estaba el pesebre y los animales domésticos, allí nació Jesús y lo recostaron en el pesebre. Nacido el Niño, San Lucas nos presenta a los pastores (gente pobre y muchas veces mal vista) que acampaban cerca de ahí (en los antiguos campos de Booz, ver Rut 2,1-13), ellos serán los primeros destinatarios y beneficiarios privilegiados da la Buena Noticia del Reino que llega. Junto al Ángel del Señor se revela la Gloria de Dios, fuerza y poder en favor de alguien, salvación, o manifestación luminosa de Dios a su pueblo. En este ambiente el ángel anuncia el nacimiento del Mesías, del Señor, del Salvador que trae paz a los hombres que Dios ama tanto.
¿Qué significa la Navidad para mí? ¿He tomado conciencia de cuán grande es el amor de Dios por mí? En la Navidad ¿Celebro la alegría cristiana de la Salvación recibida o me dejo llevar por el consumismo de la sociedad?
