+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Palabra del Señor.
Reflexión
En estos últimos dos días nos ha tocado interrumpir el ritmo de la semana número treinta del Tiempo durante el Año. En el día de ayer correspondió la celebración de la Solemnidad de Todos los Santos y, en el día de hoy, el Calendario Romano nos trae la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Por este motivo las lecturas bíblicas están tomadas del Leccionario Santoral correspondiendo un texto del Evangelio según San Juan, concretamente el de la Resurrección de Lázaro. Jesús sabiendo que, su amigo Lázaro estaba muy enfermo fue hacia él, pero llegó cuando llevaba cuatro días muerto; Santa Marta la hermana de Lázaro y discípula y amiga de Jesús, le reprocha con delicadeza y con fe su tardanza, pero sabe y cree que aún ahora Jesús puede actuar. El Señor le anuncia que su hermano resucitará y ella entiende que sí lo hará en el último día, pero he aquí que Jesús se revela ante ella diciendo: “Yo soy la resurrección y la vida”; la revelación va acompañada, primero, de una invitación a creer y, segundo, una promesa de vida eterna. Esta es la proclamación de la gran victoria del Maestro de Nazareth sobre la muerte, que luego quedará ejemplificada con la resurrección de Lázaro; y Marta, la discípula hace la profesión de fe ante el Señor, profesión de fe que se nos invita a todos nosotros a hacer, especialmente en este día en que recordamos a nuestros seres queridos difuntos. Porque creemos en la resurrección que nos promete Jesús es porque realizamos las obras de misericordia de “dar sepultura a los difuntos” y “orar por el eterno descanso de los difuntos”.
¿Creo que Jesús es la resurrección y la vida? ¿Creo en la Vida Eterna que nos promete el Señor? ¿Demuestro mi cariño por los difuntos, recordándolos, rezando por ellos, viviendo su legado?