+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús habló diciendo:
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor que piensa: ‘Mi señor tardará’, y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos hoy en el capítulo 24 del Evangelio según San Mateo y con ello llegamos al quinto y último discurso de Jesús que es el discurso escatológico, o sea que habla de las realidades últimas en especial de la venida definitiva del Señor. Este discurso se inició en Mt 24,1. Estamos leyendo ahora la segunda parte y final del discurso que habla de estar preparados para la llegada del Señor que tarda, pero que ciertamente llegará. San Mateo presenta hoy dos parábolas a las que les seguirán después las de las diez jóvenes y la de los talentos, concluyendo con la escena del Juicio Final. La primera parábola de hoy es corta y habla del dueño de casa que está siempre atento para no dejarse sorprender por el ladrón (como el diluvio sorprendió a los hombres en tiempos de Noé); esta es una exhortación para estar prevenidos, de manera que «se salven todos mientras cada generación espera la venida de Cristo [Autor anónimo del siglo V]». La segunda parábola habla de los dos servidores, uno fiel y previsor que alimenta al personal y a quien su señor encuentra ocupado en su trabajo cuando vuelve; el otro, por su parte, es el malvado que se dedica a maltratar al prójimo y darse “buena vida”, pensando que su señor tarda en llegar, por eso su amo lo encontrará en medo de “comilonas y borracheras” cuando vuelva; al primero lo premiará haciéndolo administrador «es decir, será colocado en la gloria de Dios, porque no existe otro bien mejor que ese [Hiliario de Poitiers]» y al segundo lo castigará “cortándolo en pedazos” dice el texto griego original. Es la advertencia de Jesús a sus discípulos para que estén siempre preparados para su vendida, amando a Dios y al prójimo como a sí mismos.
¿De qué manera estoy preparado(a) para la venida del Señor? ¿Qué aspectos de mi vida debo corregir antes de que llegue el día del Señor? ¿Hasta qué medida soy capaz de amar al prójimo como pide Jesús?