+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: «Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano.
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
También les aseguro que, si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos».
Palabra del Señor.
Reflexión
El Evangelio según San Mateo contempla en su estructura cinco discursos de Jesús, como símil de los cinco libros de la Ley de Moisés. Hemos iniciado la lectura del cuarto discurso del Maestro Nazareno llamado discurso comunitario, que está compuesto de dos partes; la primera (que no leemos hoy) es una exhortación a la atención a los más pequeños más una parábola y la segunda es una exhortación al perdón más una parábola. Hoy leemos el comienzo de la segunda parte del discurso comunitario con el tema de la corrección fraterna. Así como, en la primera parte, la parábola de la oveja extraviada enseñaba que hay que buscar sin descanso al pequeño perdido, ahora el Señor enseña que al hermano que se aparta de la comunidad (por su conducta pecaminosa) hay que buscarlo una y otra vez, corrigiéndolo fraternamente con caridad, primero en forma personal, luego con testigos y después con la entera comunidad para buscar su cambio; si el hermano persiste en su pecado él se habrá apartado de la comunidad por no querer cambiar. Esta práctica se confirma con tres sentencias breves del Señor. La primera, refiere a la autoridad que tiene la comunidad para corregir (atar y desatar). La segunda, indica el clima de oración en el que se deben tomar las correcciones y decisiones (si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo). La tercera, hace referencia a la presencia del Señor en medio de la comunidad (donde hay dos o tres reunidos en mi nombre). En definitiva, la comunidad debe preocuparse de los hermanos, sobre todo si se apartan de ella por su pecado corrigiéndolos, para eso tiene la autoridad y debe hacerlo en clima de oración, sabiendo que el Señor está en medio de ella.
¿He practicado la corrección fraterna? ¿He recibido la corrección fraterna? ¿Creo que el Señor está en medio de la comunidad?