Podríamos pensar que la paz es la ausencia de conflictos, pero ¿no es utópico pensar que nunca tendremos sucesos adversos que no favorezcan nuestra estabilidad emocional? La paz de Jesús apunta hacia un bienestar armónico en medio de las vicisitudes de la vida vista como un Don esencial de Dios. El justo tiene paz en abundancia porque la injusticia no está en él. Establecer la justicia es establecer la paz porque estamos ante la ausencia de maldad.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4, 6-7).
Marcela Vera
EPJ
¿Qué situaciones de injusticia quitan mi paz? ¿Le pido a Dios que aumente mi fe para tener más paz?