Comienza el año siendo tú mismo. Esta etapa adolescente o de juventud requiere
una honda comprensión de tu alma, de tu ser, que a veces disfrazas de insolencia,
de una mirada temerosa o desafiante, de una altanera autosuficiencia, búsqueda,
inquietud, confusión, falta de motivación…. Sin embargo, este disfraz, es el grito de alguien que quiere ser escuchado, de ser reconocido como un ser único y que los posibles errores que puedan cometerse no son definitivos. Es en este contexto que te invito a mirarte, reconocerte distinto, a no tener miedo de ser tú mismo y al
final de cuentas, Dios te ha dado talentos para ponerlos al servicio de otro.Edith Henríquez Velásquez
Colegio Salesianos de Valparaíso
Y tú ¿estás dispuesto a mirarte con amor y valorar todo lo bueno que hay en ti?