+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos:
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el Cielo dará cosas buenas a aquéllos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos ya en el jueves segundo del Tiempo de Cuaresma y en este día volvemos al Evangelio según San Mateo, el que nos trae una perícopa de la parte final del Sermón de la Montaña, que es el primero de los cinco grandes discursos de Jesús que presenta este evangelio; en este texto San Mateo nos entrega unas palabras del Maestro de Nazaret, que pretenden apoyar la decisión del discípulo o de la discípula que opta por servir a Dios, viviendo en absoluta dependencia de Él, esta es una actitud de total confianza en Dios que se muestra en la petición dirigida a Él, que es el Padre Celestial, el Padre bueno que da cosas buenas a sus hijos cuando éstos se lo piden. Las tres palabras iniciales en forma de imperativo (versículo 7): pidan… busquen… llamen… tenían en el judaísmo un fuerte sentido religioso, ya que ellas describían la búsqueda sincera de Dios y la confianza absoluta en su Providencia. De esta manera el Maestro Nazareno nos enseña que la oración cristiana expresa y hace posible una forma de vida de absoluta y total dependencia de Dios. Termina la instrucción del Maestro con dos frases breves, la primera es la “regla de oro” que el Señor toma para exhortar a sus oyentes, y a nosotros, a tratar a los demás como queremos que ellos nos traten y la segunda es la referencia a la Ley y los Profetas, que es la forma en la que los judíos se referían a las Sagradas Escrituras, indicando con ello que sus enseñanzas llevan al cumplimiento todo lo dicho en el Antiguo Testamento.
¿Busco con sinceridad a Dios? ¿Busco servir a Dios, dependiendo sólo de Él? ¿Vivo y practico la “regla de oro” del cristianismo?