Te contaré una fábula sencilla para que defiendas tu fe.
Muchos son como un antiguo maestro que preguntaba si veían el árbol del patio, los árboles o el cielo y cuando los niños decían que sí, les preguntaba si veían a Dios y al responder que no ella les decía que era porque Dios no existía. Entonces, una niña creyente y valiente le preguntóa un compañero si veía a su profesor, obviamente la respuesta fue que sí. Y luego le preguntó, delante del maestro, si veía su cerebro. Cuando el compañero dijo que no, le dijo al maestro: profesor, el que no podamos ver su cerebro no quiere decir que no exista. Así es Dios, no podemos verlo, pero no tengo dudas de su existencia.
Moira Aicon,
Liceo salesiano San José de Punta Arenas.
¿Defiendes tu fe aun cuando parezca difícil? ¿Dónde ves a Dios?
