+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: “Es un exaltado”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy terminamos la segunda semana del Tiempo durante el año y San Marcos nos trae un breve (dos versículos) pero sorprendente texto. Nos dice que después de bajar de la montaña con los Doce, Jesús regresa a la casa y de nuevo aparecen las multitudes buscándolo y Jesús se dedica totalmente a ellos, es tanta la necesidad de la gente que ni siquiera le queda tiempo para comer. Dos grupos han surgido de entre la gente: los de dentro que son sus discípulos y los de fuera que son los que se le oponen, estos grupos ya están activos en torno a Jesús. Pero lo que más llama la atención es la reacción de sus parientes (que se ubican en el grupo de los de fuera) cuando se enteran de la situación de Jesús: van a buscarlo para llevárselo porque dicen que es un exaltado, o sea que está fuera de sí (está loco diríamos nosotros) y esa situación le trae vergüenza a la familia. Realmente Jesús no actúa con criterios humanos, ¿cómo es posible que Él pueda proclamar dichosos a los pobres, a los enfermos, a los que sufren, a los que tiene hambre y sed, cuando lo que la gente busca es confort, salud, bienestar…? ¿Cómo es posible que un simple artesano de una aldea perdida de Galilea haga milagros en nombre de Dios, se relacione con la gente perdida del mundo, tocando a los impuros leprosos, manchando su reputación al juntarse con mujeres y hombres de mala vida…? A Jesús no lo entienden los dirigentes de Israel y tampoco sus familiares.
Santa Teresa de los Andes entendió a Jesús por eso dijo: “Ese loco de amor me volvió loca” ¿Entiendo yo a Jesús? ¿Conduzco mi vida con criterios humanos o con los criterios de Jesús? A Don Bosco lo llamaron loco por seguir a Jesús ¿Comparto la “locura” de Jesús y Don Bosco?