+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy todo el mundo celebra el primer día del año 2024, pero nosotros, como cristianos que somos, también celebramos el último día de la Octava de Navidad, que se cierra con la Solemnidad de Santa María Madre de Dios. Debemos tener en cuenta que son cuatro los dogmas que la Iglesia Católica ha definido sobre María, los últimos tres proclamados son: su Asunción al Cielo en cuerpo y alma (1950), su Inmaculada Concepción (1854) y su Perpetua Virginidad (553), pero el primero, principal y base de los anteriores dogmas es su Divina Maternidad (431), es decir, María Santísima es la Madre de Dios (Lc 1,31.32.43). Hoy leemos la visita de los pastores a Jesús recién nacido en el pesebre de Belén narrada por el Evangelio según San Lucas. Los pastores han visto al Ángel del Señor y la Gloria de Dios (Lc 2, 9) y luego vieron y escucharon a la “multitud del ejército celestial” (Lc 2, 13-14) y fueron enviados a anunciar lo que escucharon y así lo hacen ahora en el pesebre ante Jesús, María y José. Ellos anuncian la alegría de la Buena Noticia (=Evangelio) recibida de los ángeles, completando los anuncios previos que el ángel había hecho a María, que la misma María había hecho ante Isabel y que también Zacarías, el papa de Juan Bautista, había anunciado ante sus vecinos de Ain Karim. El sentido, misión y destino del Niño recién nacido se va revelando desde todos los ángulos posibles mostrados por San Lucas. María, la Madre de Dios (=Theotokos), medita y reflexiona en su mente todos los acontecimientos que rodean el nacimiento de Jesús, seguramente no capta del todo su sentido más profundo, pero guarda todo en su corazón y va creciendo en la fe en su Hijo, que es el Hijo de Dios.
¿Crezco en mi fe en Jesús el Señor, como lo hizo María? ¿Medito y contemplo los misterios del Señor, como lo hizo María? ¿Anuncio la Buena Noticia a los demás, como lo hicieron los pastores?