Muchos de nosotros hemos sido bautizados cuando éramos pequeños. Quizás esta situación ha hecho que no seamos tan conscientes de los efectos del bautismo. Te pedimos, Padre santo que nos regales comprender este misterio porque por tu poder la Iglesia es bautizada, descendiendo con Cristo a la muerte y resucitando con él a la nueva vida. Por tu poder somos liberados del pecado y nos convertimos en tus hijos adoptivos, el glorioso Cuerpo de Cristo.
Renato Reyes
Capilla María Auxiliadora, Valparaíso
¿Hemos pensado en los dones que Dios nos ha regalado a través de nuestro bautismo?