+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
María dijo:
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono, y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.
Palabra del Señor.
Reflexión
Continuamos nuestra preparación inmediata a la celebración de Navidad, con la segunda parte del Tiempo de Adviento caracterizada por la lectura de los “evangelios de la infancia”. Hoy el Evangelio según San Lucas nos presenta el Cántico de María, también conocido como Magnificat; comenta Orígenes: «Isabel profetiza antes que Juan; también María profetiza antes del nacimiento del Señor nuestro Salvador… la salvación entró en el mundo por mediación de unas mujeres». El Magnificat es un canto inspirado en el Antiguo Testamento (ver 1 Sm 2,1.10; Sof 2,3; Gn 15,1; Mal 3,12; Zac 3,17; Sal 111,9; Is 40,29-31; Is 61,1-3) y expresa con profunda emoción la experiencia religiosa de María; a través de sus versos podemos descubrir la íntima y poderosa relación de la Virgen con Dios. En dos partes se puede dividir el cántico, la primera, es una acción de gracias personal de María en quien, a pesar de su humildad, Dios puso su mirada; la segunda, expresa, por la boca de María, la acción de gracias del pueblo de Israel. Dos son los temas predominantes del cántico, primero, los pobres y humildes son socorridos en desmedro de los ricos y poderosos y, segundo, el pueblo de Israel es objeto del favor de Dios desde la promesa hecha a Abraham. Los primeros versos del himno destacan los frutos de la fe y de la humilde sumisión de María al Dios misericordioso, Él es Todopoderoso porque ejerce su poder auxiliando al necesitado y al humilde. Los siguientes versículos insisten en los grandes cambios en la historia de la salvación; con su “brazo”, es decir, con su fuerza eleva a los humildes y colma de bienes a los hambrientos, y esto lo hace sólo porque Él quiere, porque quiere manifestarse como Rey protector y no porque el ser humano lo merezca.
¿Qué verso me gusta más del Cántico de María? ¿Cómo puedo imitar la sencillez y humildad de María? ¿Qué obras ha hecho en mí el Señor?