Cada tiempo litúrgico, tiene su particularidad y distinción. El Adviento se convierte para los Cristianos en un tiempo de Esperanza. La Esperanza se vuelve esa confianza y estado de ánimo que tenemos cuando sabemos que las cosas saldrán como es debido. De algún modo, levantamos nuestra vista hacia la promesa que hace el Señor a cada uno de nosotros.
El papa Francisco define la Esperanza como «la más pequeña de las virtudes, pero la más fuerte»; tiene el rostro del Señor Resucitado que viene «con gran poder y gloria» (Mc1326), por lo tanto, ella no es algo sino alguien.»¡Tú eres nuestra Esperanza! (FF 261). Y «No abandonará a todos los que esperan en él». (FF 287; cf. Sal 33:23).
Marcela Vera M.
Animación Familiar
¿Confío en Dios y en su promesa? ¿Soy positiva(o) cuando espero en el Señor?