La solidaridad se entiende como el valor del ser humano que apunta en ayudar a los demás sin la intención de recibir algo a cambio. Surge a partir de la empatía hacia los otros, lo que produce la acción de ayudar pensando en que nos pudiera ocurrir a nosotros esa situación difícil y nos gustaría que alguien nos tienda la mano. Cuando generamos un entorno solidario dentro de la familia (siendo este el ambiente más próximo), estamos contribuyendo a fortalecer los vínculos y a que los malos momentos que generaron sentimientos negativos se superen. Esto es un gran ejemplo para nuestros hijos, sobre cómo se debe actuar con el prójimo, comenzando desde la cuna de la educación, “la familia”, así ellos aprenderán una forma sana y amigable de relacionarse.
Claudia Martí
Salesianos Concepción
¿Cómo estas fomentando el valor de la empatía en tu familia?