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Lucas 19, 41-44: ¡Si Comprendieras Lo Que Conduce A La Paz!

17 de Noviembre 2022     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.». 

Palabra del Señor.

Reflexión

Seguimos la lectura semi continua del Evangelio según San Lucas; continuamos en el capítulo diecinueve, donde quedamos ayer. Después de la parábola de las minas (monedas), el evangelista nos narra la subida de Jesús desde Jericó hacia la ciudad de Jerusalén y su entrada triunfal en ella; y, en medio de este estallido de alegría de la multitud que acompaña al Maestro, Él se lamenta y llora por Jerusalén y hace el primero de sus tres anuncios sobre la destrucción de la ciudad santa, manifestándose como el Rey que sentencia a la ciudad que lo va a rechazar; en efecto la ciudad será destruida por Tito en el año 70 DC. El Señor Jesús, como antes Moisés, Jeremías, Isaías y Oseas, se identifica con la rabia, la angustia, la frustración y el dolor de Dios por Israel, el pueblo rebelde. Por lo tanto, la profecía de Jesús, sobre el desastroso final que tendrá la ciudad de Jerusalén, se inspira y es heredera de una serie de profecías del AT sobre la ciudad santa; de esta manera el Señor muestra como los dirigentes de Jerusalén repiten los mismos errores de sus antepasados. El gran error de Jerusalén fue no reconocer el momento de la salvación que llegaba con Jesús, no reconocer la visita de Dios; Zacarías (el padre de Juan Bautista) y la gente de Naín, reconocieron la visita de Dios, pero la ciudad santa no. Jerusalén cuyo nombre significa paz no comprendió el “mensaje de paz” traído por el Maestro de Nazaret.

¿Creo que Jesús ha llorado por mí en algún momento? ¿De qué manera he hecho sufrir a Dios? ¿Qué puedo hacer para no cometer el mismo error de Jerusalén?

Categories: Evangelio diario

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