+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús estaba hablando y una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: “¡Feliz el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!”
Jesús le respondió: “Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelista San Lucas nos indica que cuando Jesús termina la primera parte de su enseñanza sobre el Reino de Dios y Belzebul, una mujer entusiasta interrumpe el discurso del Señor haciendo una hermosa alabanza a la madre de Jesús: “¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!”. Cristo Jesús acepta la alabanza para su madre, pero, sobre todo, la clarifica y conduce esa alabanza a la verdadera gloria de su madre, esto es, relacionando dicha alabanza con lo que recién Él estaba hablando: la necesidad de aceptar el mensaje del Reino de Dios para vencer en la lucha contra el Demonio. Por lo tanto, le responde a la entusiasta mujer: “Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican” y con esta respuesta está diciendo que la gloria y grandeza de María no está tanto en ser la madre del Mesías, sino en que ella es la mujer que escucha la Palabra de Dios y, sobre todo, la pone en práctica. De aquí se desprende la importancia que tiene María en la fe cristiana y católica, ella es el modelo de todo discípulo y discípula, porque ella es la primera discípula del Señor, ella descubrió que su mayor gloria no era quedarse ahí tranquila siendo la madre de Mesías (“dormirse en los laureles”) sino que debía crecer en su camino de primera discípula de su Hijo, ya que lo que ella veía y escuchaba, lo guardaba en su corazón y lo ponía en práctica. Al respecto comenta San Agustín: «La Virgen María fue más dichosa por recibir la fe de Cristo que por concebir la carne de Cristo».
¿Qué alabanza puedo dedicar a María? ¿Cómo puedo seguir el ejemplo de María? ¿Ha crecido mi devoción a la Madre de Dios?