+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Pero Él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Avanzamos en la “lectura semicontinua” del Evangelio según San Lucas para concluir el discurso de las parábolas con la aparición de la familia de Jesús, especialmente su Madre María, presentada aquí como modelo del creyente que escucha la palabra y la pone en práctica, tal como el mismo Jesús había dicho en la parábola del sembrador cuando explicó que la semilla que cae en tierra fértil y produce mucho fruto se refiere a las personas que escuchan la Palabra de Dios con un corazón bien dispuesto. San Lucas ya nos había presentado a la Virgen María como la esclava obediente a la Palabra de Dios en el relato de la Anunciación (Lc 1,38). Por eso cuando María y su familia van a ver a Jesús no van por curiosidad como era la intención de Herodes o por maldad como era la intención de los escribas y fariseos, sino con corazón dispuesto como verdaderos discípulos y discípulas; y les cuesta llegar a Él porque, justamente está rodeado de una gran multitud de discípulos (as) y cuando le avisan al Señor, Él aprovecha la oportunidad para destacar el camino que han hecho su Madre y su familia, que ahora están unidos a Él no por el vínculo carnal, sino por el vínculo de la fe, ya que la verdadera familia del Señor está compuesta por los que escuchan la Palabra de Dios y la practican. Al respecto comenta Basilio de Cesarea: «La familiaridad con el Señor no se muestra en el parentesco según la carne, sino que se lleva a cabo en el cumplimiento de la voluntad de Dios».
¿Escucho la Palabra de Dios? ¿Pongo en práctica la Palabra de Dios? ¿María es modelo para mí?
