Dice una antigua leyenda que, cuando Dios estaba creando el mundo, se le acercaron cuatro ángeles, y uno de ellos le preguntó: “Qué estás haciendo?”; el segundo le preguntó: “¿Por qué lo haces?”; el tercero: “¿Puedo ayudarte?”; y el cuarto: “¿Cuánto vale todo esto?”
El primero era un científico, el segundo un filósofo, el tercero un altruista, el cuarto un agente inmobiliario.
Un quinto ángel se dedicaba a observar y a aplaudir con entusiasmo. Era un místico.Anthony de Mello. “La oración de la rana. 2”, p. 6
¿A qué te invita esta historia al finalizar el día?