+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a Él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces Él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y éstas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.
Palabra del Señor.
Reflexión
Iniciamos la lectura del tercer gran discurso de Jesús, de los cinco que trae el Evangelio según San Mateo: el Discurso en Parábolas. Sabemos que las parábolas fueron la forma más característica de hablar y de enseñar de Jesús, con ellas el Señor buscaba impactar a sus oyentes y provocar una respuesta por parte de ellos. Mateo ha reunido en este discurso siete parábolas y tres explicaciones de ellas; tres parábolas provienen de Marcos y las otras cuatro aparecen también en el apócrifo Evangelio de Tomás. La primera parábola que se nos presenta es la de El Sembrador; es importante destacar que Jesús está sentado, en posición de quien enseña y está rodeado de la multitud, la idea es que la multitud descubra que lo que el Maestro predica no son sólo normas de comportamiento ni tampoco se dedica a la realización de milagros como un taumaturgo (=hacedor de cosas maravillosas) cualquiera; lo que la gente descubrirá es la realidad profunda que significan los signos o milagros que hace Jesús: el Reino de Dios. En tiempo de Jesús la técnica agrícola consistía en sembrar antes de arar, por eso la semilla está en algunos lugares no cultivables; el dato más sorprendente de la parábola es la increíble cosecha final de la tierra buena, ya que en la Palestina del siglo I lo normal era esperar una cosecha de siete por uno, pero una cosecha de treinta, sesenta y ciento por uno es exageradamente sorprendente a los oídos de los oyentes de Jesús. Frente a las críticas de algunos a Jesús porque el Reino del que habla no llega, el Señor responde con la grandiosa cosecha final de la parábola, esto es, a pesar del aparente fracaso la llegada del Reino de Dios es imparable y el resultado final será maravilloso».
¿Conozco las parábolas de Jesús? ¿Cuál parábola es mi favorita? ¿Creo que el Reino de Dios llegará a su plenitud y que es imparable?