+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Él les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay Alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay Alguien que es más que Salomón”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Comenzamos, ayer, la semana número 16 del “tiempo durante el año”. En el día de hoy continuamos con la lectura del Evangelio según San Mateo, el cual nos está presentando el Reino de Dios en controversia, a través de una serie de cuestionamientos a la persona de Jesús. Recién, en los versículos inmediatamente anteriores a los de hoy, Jesús ha explicado el significado de sus signos: la llegada del Reino de los Cielos. Pero para los fariseos y escribas que lo escuchan, y que ya lo han rechazado, esa explicación no es suficiente, ellos demandan de Jesús un signo para verlo ahí delante de ellos; es como los signos sobrenaturales que tuvo que hacer Moisés delante de los hebreos para que le creyeran que Dios lo enviaba (ver Ex 4,1-9), más aún es como la tentación que el Demonio le pone a Jesús para que haga signos espectaculares para que la gente se maraville y le crea (ver Mt 4,6). Pero Jesús no cae en la tentación de la generación malvada (así se refiere a la clase dirigente de Israel que ya lo ha rechazado) y les anuncia que el único signo que tendrán será el de Jonás (ver Jon 21,1). En efecto los tres días de Jonás en el vientre del pez hacen referencia a la resurrección acaecida a los tres días de la muerte; irónicamente Jesús les hace ver que la reina del sur (1Re 10,1-10) y los ninivitas (Jon 3,5.8) se convirtieron por Salomón y Jonás que son inferiores a Él y los judíos no lo hacen al ver al mismo Hijo de Dios. «Los ninivitas [comenta San Agustín] oyeron al siervo y corrigieron sus caminos; los judíos oyeron al Señor y no sólo no se corrigieron, sino que además lo asesinaron».
¿Necesito signos para creer? ¿Qué hago para no ser parte de la “generación perversa”? ¿Acepto a Jesús como alguien que es más grande que “cualquier otro”?