+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: “Jamás se vio nada igual en Israel”.
Pero los fariseos decían: “Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios”.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”.
Palabra del Señor.
Reflexión
En el día de hoy llegamos al final de la serie narrativa de diez milagros que nos presentó San Mateo después del sermón de la montaña. En el versículo 32 se nos hace mención breve del milagro (narrado antes) de la curación de dos ciegos e, inmediatamente, se nos introduce la curación de un mudo, que el Señor realiza a penas se lo presentan. En este milagro se nos muestra un fuerte contraste entre la multitud que se admira ante los milagros de Jesús y aclama: “Jamás se vio nada igual” y los fariseos que atribuyen los milagros de Jesús a la obra del Maligno: “expulsa los demonios por obra del Príncipe de los demonios”. Inmediatamente Mateo presenta un resumen de la actividad de Jesús poniendo énfasis en la Buena Nueva del Reino, esto quiere decir que en la persona de Jesús el Reino de Dios ya se ha acercado, está llegando, está actuando; en esa preocupación o compasión pastoral de Jesús por la multitud, que cumple la profecía de Dios de ocuparse Él mismo de su pueblo, como su verdadero Pastor (Jr 23,1-4; Ez34; Zac 11,15-17); ya que eran una «multitud atormentada… y humillada, porque todavía carecían del pastor que les devolviera la protección del Espíritu Santo» (Hilario de Poitiers). En este contexto Jesús revela a sus discípulos su proyecto mesiánico y los asocia a su misión; Jesús les revela que el Reino de Dios está en un punto crítico que requiere urgentemente abundante mano de obra para una cosecha inmensamente grande; el Señor está pensando en la urgencia de anunciar la llegada del Reino a todo el pueblo en vista a disponerlo para la cosecha (idea asociada al juicio), así prepara el envío misionero de sus discípulos y el correspondiente Discurso misionero que veremos a continuación.
Repaso, recuerdo y me pregunto ¿Cuál de los diez milagros me llamó más la atención? ¿Creo que es urgente el anuncio del Reino de Dios? ¿Siento que soy misionero (a) enviado (a) por el Señor?