La abuela: “¿Ya rezas tus oraciones cada noche?”.
El nieto: “¡Por supuesto!”.
“¿Y por las mañanas?”.
“No. Durante el día no tengo miedo”.(A. De Mello, La oración de la rana)
¿Qué motiva tu oración?
La abuela: “¿Ya rezas tus oraciones cada noche?”.
El nieto: “¡Por supuesto!”.
“¿Y por las mañanas?”.
“No. Durante el día no tengo miedo”.(A. De Mello, La oración de la rana)
¿Qué motiva tu oración?