+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.
Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”
Palabra del Señor.
Reflexión
Estamos viviendo la semana número trece del Tiempo durante el año. Hoy miércoles 29, según el Calendario Romano, corresponde la celebración de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, por eso las lecturas de la misa se toman del Leccionario Santoral. Para el día de hoy tenemos la lectura del “primado de Pedro” o “confesión de Pedro”. Las multitudes que seguían a Jesús tenían distintos conceptos sobre la persona del Señor, por eso pregunta Jesús ¿qué dice la gente sobre él? La respuesta primera es que la gente lo reconoce como Juan Bautista, Elías, Jeremías; es decir, lo reconocen como un profeta, pero no como el Señor. Jesús, entonces cuestiona a sus discípulos, pero ellos no saben qué responder (quizá pensaban lo mismo que las muchedumbres) hasta que Pedro, movido por el Espíritu Santo, responde en forma correcta: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús felicita a Pedro por la revelación recibida del Padre Dios y usa tres imágenes para resaltar el primado de Simón Pedro por sobre los demás discípulos: la Roca, el Poder de atar y desatar y el Poder de las Llaves. Estos signos muestran a Pedro como el fundamento rocoso de la Iglesia como el que tiene la autoridad derivada del mismo Jesús. «Cristo es la piedra [dice Epifanio el latino] que nunca será removida ni desgastada. Por tanto, el bienaventurado Pedro recibe el nombre que le da Cristo, que significa la fe estable y duradera de la Iglesia… la fe del Apóstol, que está fundamentada sobre la piedra de Cristo, siempre permanece victoriosa e inamovible».
Me pregunto: ¿Qué dice hoy la gente sobre Jesús? ¿Qué digo yo sobre Jesús? ¿Quién es Jesús para mí?