Jesús también necesitaba escuchar una voz humana que le dijera: «Sabes que te amo.» Por tres veces, preguntó a Pedro: «¿Me amas?». A cada uno, Cristo le plantea esta misma pregunta, antigua y siempre nueva: «¿Me amas?» Y a cada uno nos pide que cuidemos de aquellos que él nos confía..
¿Cómo estoy amando hoy al Señor?