«Con la ley del “ojo por ojo”, lo único que se consigue es más ceguera» (Margaret Atwood).
Efectivamente, la venganza empeora todas las situaciones de conflicto. El «ojo por ojo» produce todavía más ceguera.
Ahora bien, la respuesta justa y rigurosa a una flagrante injusticia se debe dar. De lo contrario, la victoria de los criminales está asegurada.
Con la venganza multiplicamos el mal y nos adentramos en una espiral de destrucción absurda y total.
Para resolver los conflictos, la venganza es fuego que todavía los inflama más. Busquemos con imaginación otros caminos, por ejemplo el del diálogo franco y sincero que puede solucionar los problemas por vías pacíficas. Se trata de un diálogo muy difícil, pero no hay otro camino de salida.
¿El «ojo por ojo» es la ley que quiero vivir y compartir con los que me rodean?