+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Después de atravesar el lago, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que Él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban sanos.
Palabra del Señor.
Reflexión
Entramos en la semana número cinco del Tiempo durante el año (antes llamado Tiempo Ordinario). Hoy, terminando el capítulo seis, San Marcos compone y nos presenta esta perícopa, después de la misión de los Doce y de varios milagros realizados, entre ellos: la primera multiplicación de los panes y la caminata sobre el mar. Este texto tiene la intención de recordarnos una característica propia de Jesús y que el evangelista gusta de destacar: “Jesús el Sanador”. La recepción entusiasta del pueblo para con el Señor contrasta con la actitud de constante crítica por parte de sus adversarios. que veremos en el capítulo siete. Marcos dice que llegaron a Genesaret (lado noroccidental del Mar de Galilea), harto lejos de su inicial destino que era Betsaida Julia (lado nororiental del mismo Mar), este gran desvío puede deberse a la acción del fuerte viento que enfrentaron (ver Mc 6,48). Al desembarcar la gente reconoce a Jesús y, entusiasmados, le llevan todo tipo de enfermos y le ruegan que les deje tocar “tan sólo los flecos de su manto”, esta acción surgió de la anterior curación de la mujer con hemorragias y ahora se generaliza para todos los enfermos. Marcos concluye la perícopa afirmando que todos los que tocaban su manto quedaban curados. Es interesante destacar que la palabra griega que Marcos usa (esozonto) significa al mismo tiempo sanados y también salvados, dándole así también un significado más profundo a la sanación física de las personas, son sanadas, pero también salvadas.
La gente buscaba al Señor con entusiasmo, ¿Busco a Jesús? ¿De qué necesito que Jesús me sane? ¿De qué necesito que Jesús me salve?