+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a la multitud:
¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: “¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!”
Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: “¡Está endemoniado!” Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.
Palabra del Señor.
Reflexión
Avanzamos en la segunda semana del Tiempo de Adviento y seguimos en compañía de Juan el Bautista, según la narración del evangelista San Mateo. Jesús siente y conoce el rechazo de su pueblo al Reino de los Cielos presente en su persona, por eso cuando usa la frase “esta generación” la usa siempre en forma peyorativa para referirse a su pueblo, pero sobre todo a la clase dirigente de Israel, que le ha rechazado con todas sus fuerzas y no sólo a él sino también a Juan. El juicio de Jesús a “esta generación” se compone de una parábola (Lc 11,16-17), su explicación (Lc 11,18-19a) y un dicho sapiencial (Lc 11,19b). Emitir el juicio es la función de la breve parábola de los niños que narra el Señor. Los niños que gritan son Juan Bautista y Jesús de Nazaret y los otros son los niños “taimados” a los cuales se les toca música alegre y no bailan y se les toca música fúnebre y no lloran. La parábola hace referencia, en primer lugar, al estilo austero, rudo y exigente de Juan Bautista, el cual invitaba (con duras palabras) a la conversión y preparación para la llegada de los tiempos mesiánicos, por lo cual fue rechazado. En segundo lugar, la parábola refiere a la persona de Jesús de Nazaret, el cual, con su estilo manso y humilde, compasivo y misericordioso, trae la alegría de los tiempos mesiánicos con el gozo del Evangelio, pero también es rechazado. El dicho sapiencial termina sentenciando que, frente a todo esto, la sabiduría de Dios queda justificada por las obras de Juan y de Jesús y aquellos que abren su corazón lo comprenden y se convierten.
¿Cómo vivo las exigencias de Juan el Bautista? ¿Cómo vivo la alegría de Jesús de Nazaret? ¿Qué puedo hacer para no pertenecer a “esta generación” que rechaza al Reinado de Dios?