No sólo hay falsos perdones sino también falsos motivos para perdonar:
- el perdón sólo puede practicarse en los casos de ofensas injustificadas
- la herida se mide menos respecto a la seriedad objetiva de la ofensa que a la importancia de las expectativas, ya sean éstas realistas o no (expectativas desmesuradas)
- transformar en un drama los pequeños problemas o desengaños pasajeros habituales
- moviliza recuerdos del pasado y provoca una reacción en cadena, de tal manera que la ofensa del presente se percibe a través de la mirada asustada y amplificadora del niño que vive en el adulto
- la incapacidad de perdonar tiene su origen en viejas heridas o frustraciones de la infancia, o que se enraizan en el tiempo.
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?