Cuántas veces hoy nos pasa que somos testigos oculares de algún evento y tal vez nuestra primera reacción sea grabar la escena con el celular, quizá omitiendo mirar a los ojos a las personas afectadas.
En otras ocasiones pareciéramos justificarnos por la prisa o el temor y preferimos mantener distancia ante algunas situaciones, aunque tampoco queremos ver qué pasa en realidad.
Vale la pena que en estos días santos nos demos cuenta cuál es nuestra mirada para con lo que pasa a nuestro alrededor, para con las necesidades de los demás. Porque muchas veces nos apresuramos a difundir y juzgar, sin medir las consecuencias (y sin ponernos en el lugar del otro) y otras tantas preferimos tomar distancia y alimentar una semilla de indiferencia que tanto mal nos hace como sociedad.
Que estos días santos, nos ayuden a «darnos cuenta» y a mirar la vida con los ojos de Jesús.
¿Qué me dice El Señor hoy?
¿Cómo estoy mirando la realidad?
