Dios que eres Santo, lamento todo lo que he hecho y todo lo que he dejado de hacer.
Dios todo Santo, lamento por haber hecho de mi propio ser, un ser desordenado y de mi propia vida una vida fuera del camino.
Dios todopoderoso, lamento el error del pecado en todo el mundo y la vanidad y el vacío de los acontecimientos humanos. Santo Dios, condúceme hasta tu Santo Ser amoroso. Amén.
¿Qué te dice el Señor hoy antes de finalizar el día?