Estamos en camino a vivir un tiempo de fuerte renacer espiritual. En un mundo agitado y dispersante aún en modo remoto, se multiplican espacios de oración, retiros, y métodos de pacificación interior.
Acá un extracto de Romano Guardini, que magistralmente nos indica qué es el recogimiento y cómo se llega a él.
Caminamos presos en el torbellino; estamos embarcados en el obrar, querer y trabajar diarios. El “recogimiento» significa aquí salir de ese torbellino, detenerse. Sosegar nuestro ser, nuestras energías, nuestros deseos. Aquietamos y profundizamos cada vez más en nosotros mismo.
El recogimiento significa aquí no obrar, sino ser. Existir tranquilamente. Tener una existencia suelta, plena, liberada del espasmo del obrar y el querer.
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?