No puedo seguir en el camino del bien sin ayuda. Necesito consejos, necesito fuerza, necesito apoyo, necesito esperanza.
Muchos me pueden dar una mano. Familiares, amigos, conocidos, con su mirada y sus palabras me han ayudado tantas veces a ser mejor.
Pero en ocasiones ni las mejores ayudas humanas son suficientes para vencer mi pecado, para romper mi pereza, para lanzarme a superar mis miedos.
Por eso, necesito tu fuerza, Señor.
(Fernando Pascual)
¿Qué te dice el Señor al terminar este día?