Nuevo nacimiento, una vida nueva, vida de hijos de Dios. Este es el milagro del Espíritu…esto presupone una delicada atención a las voces del Espíritu, una interior docilidad a sus sugerencias y por lo mismo, más todavía, una plena disponibilidad que sólo una sincera libertad de todos y de todo hace posible y eficaz. “El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu”.
Pedro Arrupe SJ
¿Qué te dice el Señor, en este día?