+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hemos llegado a la semana 34, última del Tiempo durante el Año (antes llamado Tiempo Ordinario). Hoy comenzamos la lectura del capítulo 21 del Evangelio según San Lucas con el relato de la ofrenda de la viuda, que pone cierre a la serie de discusiones que Jesús ha tenido con los dirigentes de Israel. La escena nos muestra con mucha fuerza el contraste entre los ricos y la pobre viuda. El tesoro del Templo estaba situado en el Atrio de las mujeres y consistía en trece alcancías en forma de trompeta con la abertura muy grande; en ese lugar se produce la antítesis entre los ricos que echan grandes cantidades de lo que les sobra y la pobre viuda que echa todo lo que tenía para vivir, dos moneditas de cobre llamadas leptones o cuadrantes, equivalente a un total de unos 674 pesos chilenos. La viuda pobre nos muestra como el Reinado de Dios está actuando ya en la persona de Jesús, transformando la realidad “normal” para todos, ya que los más generosos no son los que dan más, sino los que se desprenden y entregan totalmente. En el momento de echar, en el tesoro del Templo, todo lo que tenía para vivir, la viuda se confía total y solamente en Dios, le confía la totalidad de su vida, por eso ella acumula un tesoro en el cielo y es rica a los ojos de Dios.
¿Cuándo hago una obra de bien busco que todos lo sepan o sólo el Señor? ¿Soy generoso (a) como la viuda pobre? ¿Conozco lo que hace la Fundación Don Bosco? ¿Soy socio (a)?