El publicano y el fariseo. (Lc 18, 9-14)
Ya conocemos el talante fariseo: el que se cree justo, reclama derechos a Dios, se compara y desprecia… Pero así no halla lo que busca, no encuentra a Dios.El que sabe que es pobre, sabe que ante Dios, viendo a Dios, no puede engañarse: es pecador. No se compara con nadie, no es mejor ni peor que otros: “Tú que lo sabes todo, Señor, ten compasión de este pecador”.
Este encuentra al Señor, porque Dios escucha y levanta al humilde…
¿Qué le pides al Señor hoy?
¿Por qué le das gracias?