+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”.
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndoles con óleo.
Palabra del Señor.
Reflexión
En el día de hoy corresponde la celebración de la Memoria Obligatoria del Martirio de San Juan Bautista, el último y el más grande de los profetas, como dijo el mismo Jesús. Cabe recordar aquí que Juan es el único santo del cual la Iglesia celebra tanto el día de su nacimiento como el día de su muerte (además de Jesús y María, claro está). San Marcos nos narra las circunstancias del martirio de Juan, que también son contadas por el historiador judío Flavio Josefo. Josefo dice que Juan fue asesinado en la fortaleza de Maqueronte, pero Marcos nos sitúa en Tiberíades la capital de Galilea; Josefo dice que Herodes mató a Juan por ser un peligro para su gobierno, pero Marcos nos explica la instigación de Herodías como causa de su muerte. Y es que Herodías, la mujer de Herodes, era en realidad, la esposa de un hermano de Herodes y Juan los había denunciado públicamente, por eso la mujer lo odiaba a muerte. Marcos nos muestra como Herodías planificó todo cuidadosamente para obligar a Herodes a matar a Juan, ya que, curiosamente, Marcos nos dice que Herodes respetaba a Juan porque lo consideraba justo, pero igual lo mató preocupado por la opinión de los poderosos y no por la justicia.
¿Hasta qué punto me dejo influenciar por los demás en mis decisiones? ¿Soy capaz de defender lo correcto y denunciar lo incorrecto? El profeta es el que habla en nombre de Dios ¿Cómo podría yo ser profeta, profetisa?
