+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Por qué le hablas a la multitud por medio de parábolas?”. Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: ‘Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán. Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los sane’. Felices los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hemos dado inicio al tercer discurso que nos presenta San Mateo en su evangelio, que corresponde al Discurso en Parábolas, en el cual se realiza la presentación de siete parábolas. El discurso de Jesús se abre con la narración de la parábola del sembrador y continúa con el texto de hoy que se refiere a la finalidad de las parábolas y que empieza con la pregunta de los discípulos: ¿por qué les hablas por medio de parábolas? La parábola era una forma típica de enseñar por parte de Jesús que consistía en pequeñas narraciones que incluían un elemento de comparación y un significado que a veces podría resultar enigmático para algunos. El discurso en parábolas viene inmediatamente después de la sección que ha mostrado el creciente rechazo a Jesús y, por lo tanto, está relacionado con él. Por eso Jesús habla en parábolas, no es que la gente no entienda porque Él hable en parábolas (ya que ninguna de las parábolas presentadas resulta incomprensible), sino lo contrario, las gentes no comprenden, no abren sus oídos y sus ojos, no abren sus corazones al mensaje del Señor, por eso las parábolas les resultan enigmáticas; no entienden las parábolas, porque no han abierto su corazón a Jesús, por eso Él no los puede salvar; en cambio los discípulos si conocen los misterios de Reino de los Cielos, porque abrieron su corazón al Señor.
¿Tengo mi corazón abierto a mensaje de Jesús el Señor? ¿Conozco las parábolas de Jesús? ¿Cuál es mi parábola favorita? ¿Por qué?