+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”.
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: “¿Qué significa esto que nos dice: “Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”? ¿Y qué significa: “Yo me voy al Padre”?” Decían: “¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir”.
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: “Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: «Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver».
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará.
Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo”.
Palabra del Señor.
Reflexión
En el día de hoy San Juan nos presenta de nuevo el tema de la partida de Jesús y lo hace con esta frase del Señor: “Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”. Esta es una frase difícil de entender para los discípulos y lo puede ser también para nosotros; ser refiere, la frase al Misterio Pascual de Jesús. “Dentro de poco no me verán” se refiere a la muerte de Jesús que ya está próxima y “poco después me volverán a ver” nos indica la resurrección que acaece tres días después de la muerte. A esta frase enigmática Jesús añade el anuncio del llanto y lamento de los discípulos en contraste con la alegría del mundo. Sabemos que cuando Juan se refiere al mundo está hablando de todos aquellos que odian al Señor, por eso ellos se alegran con la muerte de Jesús, pero los que realmente lo conocen sus discípulos y discípulas se lamentan y lloran porque el Maestro, el Amigo ya no estará más con ellos. Pero viendo la tristeza de sus discípulos, el Señor Jesucristo les anuncia proféticamente la transformación de la profunda tristeza en gozo. Esa tristeza por la muerte del Maestro, esa tristeza por haberlo abandonado, esa tristeza por haberlo negado, esa tristeza por haberse descorazonado, esa tristeza por ver en la tumba el fin de todo; esa tristeza se transforma en alegría sin límites por el triunfo y resurrección del Señor.
El tiempo de Pascua es un tiempo de profunda alegría, me pregunto ¿vivo mi vida con alegría? ¿dejo que Jesús transforme mis tristezas en alegría?