+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Jesús dijo a los judíos:
Si Yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría.
Pero hay otro que da testimonio de mí, y Yo sé que ese testimonio es verdadero.
Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad.
No es que Yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que Yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que Yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que Él envió.
Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida.
Mi gloria no viene de los hombres. Además, Yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes.
He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ése sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que viene del único Dios?
No piensen que soy Yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza.
Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que Yo les digo?
Palabra del Señor.
Reflexión
En nuestro caminar cuaresmal bien sabemos que para ir escuchando al Señor que nos habla, la vida ilumina el texto y el texto ilumina la vida; desde esta premisa podemos seguir descubriendo lo que nos trae nuevamente el Evangelio según San Juan. Hoy, mirando hacia atrás, no deja de llamar la atención lo que va generando las opciones y las acciones de Jesús: Ha curado a un paralítico, ha profanado su día sagrado, ha optado por el desvalido por sobre la norma y todo esto tiene consecuencias. Van varios días en que el relato comienza diciendo “dijo a los judíos”, pero las palabras que Jesús dirige a sus compatriotas, también las puede decir a nosotros: “Ustedes investigan las Escrituras”. Él denunciaba un modo de actuar y de leer las Escrituras que podía generar erudición, pero no encuentro con Dios Vivo. Interpretan interesadamente las Escrituras… buscan su propia gloria, su prestigio, haciéndose explotadores. No buscan el amor y la misericordia… Qué bueno si en este tiempo cuaresmal frecuentamos un poco más la Palabra y nos dejemos transformar sin oponer resistencia. Que podamos reconocer el testimonio verdadero de quien no se promueve a sí mismo, sino que procura la voluntad del Padre.
Tal vez algo “se nos ha pegado” de las actitudes, de la forma de vivir la fe que se van cuestionando en el Evangelio ¿qué cambios debo procurar en mi vida a la luz del testimonio y las opciones de Jesús?