+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Jesús resucitado se apareció a los Once y les dijo:
“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy celebramos la conversión de San Pablo. Saúl, el que antaño fue un instrumento del miedo, del terror y la persecución, pasa a ser Pablo, el instrumento escogido por Dios. Su tarea en la vida es ahora llevar la buena nueva del amor reconciliador del Señor a aquellos que no saben nada de Él. La Fiesta que se celebra hoy nos habla de desinstalación religiosa, de apertura y docilidad a nuevas luces, y de la pasión creciente con que debe vivirse la causa de Dios. Uno de los aspectos que se destaca en San Pablo es la dedicación infatigable a dar a conocer al Señor, por eso, el relato del Evangelio nos recuerda que debemos estar muy contentos al sentirnos llamados a predicar “a toda criatura”, “a todo el mundo”. Somos responsables de un proyecto muy grande, universal. La experiencia de amor que Pablo tiene, ese encuentro con el Señor que le marca profundamente le “apremiará” compulsivamente a la misión.
Hoy nos podemos preguntar: Ante la misión que hemos recibido ¿buscamos espacios más confortables, fáciles y sin conflictos o nos atrevemos a entrar en la experiencia que vivió Pablo?