+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos:
¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes, que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.
Palabra del Señor.
Reflexionemos
San Mateo nos ofrece una parábola que no es una enseñanza que recibir de forma pasiva o para relegarla en la memoria, sino que es una invitación para participar en el descubrimiento de la verdad. Hoy, Jesús empieza diciendo: “¿Qué les parece?”… tratemos de buscar la respuesta a esta parábola de la oveja perdida, porque sin lugar a dudas, dejar las noventa y nueve, para ir en pos de la oveja perdida, es una lógica muy distinta a la práctica actual, especialmente si consideramos la practicidad y los cálculos que hacemos al actuar de tal o cual forma. El Señor se nos presenta como pastor… es en sí mismo compasión y misericordia. Nadie de los que están a su cargo es una pura estadística, su corazón está dolido y totalmente preocupado si incluso uno de ellos falta. Es el pastor, que no descansará hasta que haya encontrado al extraviado. Hoy sin dudas, el tema de este texto no es la preocupación de perder o ganar una oveja, sino la alegría de Dios que sale en nuestra búsqueda y nos trae en sus brazos. Pensemos, cuánto valemos para Dios, porque somos capaces de brindarle alegría al estar con él.
Permítenos, Señor, que nunca dejemos de ser sorprendidos por esta parábola. ¿Me encuentro en la situación de «oveja perdida» o entre las ovejas que esperan a que el pastor vuelva con la que se perdió? ¿Me alegro de su regreso?