Y dijo Buda: “Esta tierra es mía, éstos son mis hijos”… son las palabras que dice el loco que no comprende que ni siquiera él mismo es suyo. En realidad, nunca posees cosas. Tan sólo las retienes durante un tiempo. Si eres incapaz de desprenderte de ellas, serás agarrado por ellas. Todo cuanto atesores debes tenerlo en el hueco de tu mano como si fuera agua. Trata de apresarla y desaparecerá. Intenta apropiártela y te manchará. Déjala en libertad y será tuya para siempre.
¿Qué te dice esta historia al finalizar el día?