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Mateo 20, 20-28: No será así entre ustedes.

25 de Julio 2019     Freddy Araya    

23 de noviembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante Él para pedirle algo.
“¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús.
Ella dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.
“No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé?”
“Podemos”, le respondieron.
“Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”.
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. No será así entre ustedes.
Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy celebramos a Santiago, Apóstol. Santiago es uno de los apóstoles de los que tenemos más datos bíblicos. Hermano de Juan, es uno de los elegidos para ser testigos de acontecimientos bien importantes: la curación de la suegra de Pedro, la resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración, la oración en el huerto… Santiago es también el primero de los apóstoles en derramar su sangre por Cristo. El episodio que el evangelio de hoy nos narra, cómo los Zebedeos tras su inocente madre, querían asegurarse una situación de privilegio en el Reino de Cristo; seguramente lo imaginaban muy parecido a los reinos temporales. En estos se busca el poder por encima de todo pensando que eso es lo que hace progresar a la sociedad. Y aunque Jesús estaba en camino a Jerusalén, a su pasión, para ellos, el sufrimiento y la cruz no se combinaban con la idea que tenían del Mesías. Por eso, Jesús nos dice hoy: «No será así entre ustedes». La única forma de reinar con Jesús es desde el servicio y desde la entrega. En la comunidad cristiana, no debemos reproducir los modos jerárquicos en que se organizan las instituciones humanas, muy por el contrario, afianzar lazos de servicio y cuidado fraternal. Sólo así seremos discípulos del que dio su vida como servicio entregado por nuestra salvación.

Santiago y Juan piden favores, Jesús promete sufrimiento. Yo, ¿qué busco en mi relación con Dios y qué pido en la oración? ¿Cómo acojo el sufrimiento que se da en la vida y que es contrario a aquello que pido en la oración?

Categories: Evangelio diario

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