Los discípulos tenían multitud de preguntas que hacer acerca de Dios. Les dijo el Maestro: “Dios es el Desconocido y el Incognoscible. Cualquier afirmación acerca de Él, cualquier respuesta a vuestras preguntas, no será más que una distorsión de la verdad”.
Los discípulos quedaron perplejos: “Entonces, ¿por qué hablas sobre Él?
“¿Y por qué canta el pájaro?”, respondió el Maestro.
El pájaro no canta porque tenga una afirmación que hacer. Canta porque tiene un canto que expresar.
¿De qué hablas tú cotidianamente? ¿Qué cosas importantes son las que tienes y vives?