+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Palabra del Señor.
Reflexión
Un tema importante para la sociedad en la que se vivió Jesús fue su relación con la Ley y los Profetas, la Tora, es decir, el cumplimiento del Antiguo Testamento. Hoy el Evangelio enseña como observar la ley de Dios de manera que su práctica muestre en qué consiste el pleno cumplimiento de la ley. Hay tensión respecto a este tema y Mateo presenta este texto a fin de ayudar a situar la figura de Jesús. ¿Cómo armonizar la figura de Jesús con la Ley? “Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” – nos dice El Señor. Pero ¿qué significa para Jesús la Ley y cómo podemos entender su respuesta? La relación entre el Antiguo Testamento y la novedad que trajo Jesús fue uno de los puntos importantes que se tuvo que tratar. Hoy se nos invita a anclar el seguimiento a Jesús, no en los caminos del simple cumplimiento de los preceptos de la ley sino a través de la experiencia de un Dios que nos impulsa a crear espacios interiores de libertad en nosotros, a purificar nuestro corazón y a buscar caminos de fraternidad y justicia a nuestro alrededor..
¿Cómo veo y vivo la ley de Dios: como horizonte de libertad creciente o como imposición que limita mi libertad?