+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Jesús dijo a los judíos:
“Mi Padre trabaja siempre, y Yo también trabajo”. Pero para los judíos ésta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.
Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: “Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.
Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.
Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que Él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: Él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en Aquél que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.
Así como el Padre tiene la vida en sí mismo, del mismo modo ha concedido a su Hijo tener la vida en sí mismo, y le dio autoridad para juzgar porque Él es el Hijo del hombre.
No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.
Nada puedo hacer por mí mismo.
Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que Yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Criticado por los judíos por haber curado en un día de sábado, Jesús responde “Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo”. Así, Jesús se iguala a Dios llamándole Padre y se afirma en que la vida humana está por encima de la norma y la Ley. Con una sola frase nos revela el gran misterio de la relación entre Jesús y el Padre. Él colabora con el Padre dando continuidad a su obra creadora y reflejando el amor de Dios por la humanidad. De este modo se va construyendo una reacción cada vez más violenta de parte de los judíos, especialmente por negar el sentido del sábado y por considerarse igual a Dios. Nosotros a veces caemos en el mismo juego ante situaciones que nos desconciertan, que cuestionan nuestro modo de entender la vida, y fácilmente nos enojamos y condenamos lo que nos parece “no, normal”. Pidamos hoy al Señor que nos dé docilidad, flexibilidad para dejarnos modelar por su Palabra.
Jesús afirma que hace la voluntad del Padre. Y nosotros: tú, yo… ¿Cuál es la voluntad que seguimos?