+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos:
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Palabra del Señor.
Reflexión
En este tiempo de cuaresma, la insistencia por la misericordia no es sólo una moda, una tendencia que podemos deshechar… es más bien una regla de oro, porque “la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”. Por eso Es imprescindible, por tanto, que nos pongamos realmente en los zapatos de los demás, mejor todavía, en la piel de ellos. Si fuera posible, que vivamos sus alegrías y sus penas. Que respiremos su aire, de ser posible por un momento, que vivamos sus vidas. Solo así podremos realmente conocer a nuestros semejantes, saber de sus inquietudes, de sus logros, así también de sus penas, dolores y aflicciones. Asimismo, para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios y dejarnos transformar por ella.
A la luz del evangelio de hoy, ¿Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?